Este es un artículo de opinión realizado por el director de CMS MAG, Jorge Mediavilla.
Si algo bueno tuvo la época en la que abrazamos inocentemente a Google como una empresa bienintencionada que venía a recopilar el conocimiento humano y a hacernos progresar como humanidad es que el siguiente Google ya no nos vuelve a coger desprevenidos: OpenAI, controlada ahora por Microsoft.
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Al menos OpenAI ya no nos intenta colar un ideario libertario revestido de código libre. Han sido claros al confesar al Parlamento Británico que sus productos de generación de contenidos e imágenes no se pueden rentabilizar sin el acceso y uso gratuito de todo el trabajo protegido por derechos de autor.
Dicho de otra forma, sin contenidos no hay paraíso. De lo contrario, alimentar a las máquinas de inteligencia artificial generativa libros y dibujos (incluido Mickey Mouse) de dominio público creados hace más de un siglo podría producir un experimento interesante, pero no pasaría de ahí.
Al menos van de frente, seguramente debido al feroz desencuentro con los humanos creadores de contenidos que están ya hasta las narices de que las tecnológicas se forren a su costa. Salvo algún que otro tonto de capirote de cuyo nombre no quiero acordarme que ha salido a decir que no se le pueden poner diques al mar ni puertas al campo, el resto tenemos muy claro que es posible que nos la vuelvan a liar otra vez, pero esta vez al menos no pondremos la cama.
Si quieren forrarse con nuestros contenidos, pues habrá que verse en los tribunales, donde están ya creciendo las demandas como setas. Si necesitas el contenido para generar obras derivadas, entonces las obras originales deben recibir un reconocimiento y una remuneración acorde con los beneficios que se espera que se consigan con la IA generativa.
Porque esa es otra. Ya se está llegando a los primeros acuerdos, pero la industria editorial debería tener en cuenta que es un negocio creciente y en auge y que le corresponde una porción cada vez más grande del pastel.
Queda claro que las tecnologías más disruptivas de las últimas décadas no son nada sin los contenidos. A los creadores de contenidos, no solo periodistas, ya nos pillaron desprevenidos una vez. Es nuestra responsabilidad que no lo vuelvan a hacer.
PD: Antes de irte te invito a pensar cómo hubiera sido la web sin Google ¿Mejor o peor? Seguro que menos homogénea. ¿Y cómo va a dar forma ahora a la Red la IA?
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Autor: Jorge Mediavilla Martínez es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y lleva ejerciendo más de 20 años como editor de noticias, primero, y posteriormente como Product / Project Manager en empresas tan prestigiosas como ya.com, Yahoo!, acierto.com, Wunderman Thompson (grupo WPP) o grupo PRISA, entre otros. Además colabora con la URJC. Síguele en LinkedIN o Twitter. Contacto
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