El mundo del código libre sin salseo, sin drama, no sería lo mismo. Nos faltaría algo de chispa y emoción. Pues para todos los que necesitábamos una nueva polémica, ahora que el WPDrama con WP Engine está judicializado y todos permanecen callados porque todo lo que digan puede ser utilizado en su contra, surge una nueva polémica entre Matt Mullenweg, cofundador de WordPress, y DHH, iniciales de David Heinemeier Hansson, quien tiene larga experiencia en el código libre tras crear Ruby on Rails, entre otras iniciativas.
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Antes de continuar, hay que recordar que Mullenweg y DHH ya tuvieron encontronazos antes con motivo del WPDrama. Lo suyo parece personal. ¿Qué ha ocurrido esta vez? Dries Buytaert, fundador de Drupal, ha hecho un poco de árbitro y lo explica perfectamente en su blog, donde (spoiler) da la razón a Mullenweg, con quien tiene buena sintonía.
El asunto es que David Heinemeier Hansson lanzó esta semana una nueva herramienta llamada Fizzy y la comenzó a promocionar como de código abierto. Muchos han saltado en redes sociales asegurando que la licencia que ha decidido usar DHH contendría algunas restricciones que no son compatibles con la definición de código libre comúnmente aceptada. DHH argumenta que si el código es libre, si se tiene acceso al código fuente, entonces ya se puede afirmar que el proyecto es de código libre.
Le ha faltado tiempo a Mullenweg para publicar un artículo en su blog para denunciar que el código libre es mucho más que dar acceso al código fuente. No basta con creerse de código libre como Corea del Norte se cree una democracia, en palabras del propio Matt.
Y Buytaert se ha puesto del lado del cofundador de WordPress: “Mira, el término código abierto tiene un significado específico y compartido. No es una idea vaga ni algo que se pueda reutilizar con fines comerciales. Miles de personas moldearon esa definición a lo largo de décadas. Ignorar ese trabajo significa beneficiarse de la comunidad y, al mismo tiempo, ignorar sus reglas”.
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En el fondo del asunto, según Buytaert, está el viejo dilema entre takers, los que se aprovechan del código libre sin contribuir, y los makers, los que efectivamente hacen el trabajo duro. “[…] ver a dos de las personas más influyentes en el código abierto discutir sobre definiciones mientras todos lidiamos con los gorrones se parece un poco a dos bomberos discutiendo sobre la longitud de las mangueras durante un incendio”.
“El debate sobre la definición es importante porque el código abierto solo funciona cuando estamos de acuerdo con el significado del término. Pero la sostenibilidad determina si proyectos como Drupal, WordPress y Ruby on Rails seguirán prosperando durante décadas. Esa es la conversación que debemos tener”, concluye.
En conclusión, el nuevo proyecto de DHH permite el acceso al código, pero no se puede llamar código libre porque restringe demasiado el uso que se puede hacer precisamente para que los gorrones no se aprovechen del trabajo duro de la comunidad sin aportar muy poco o nada.






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