AMI

Google ya se aprovechó de los creadores de contenido para montar un buen emporio hace ya más de dos décadas. Cierto es que ha recientemente ha comenzado a remunerar por contenidos, pero no es nada en comparación con el negocio publicitario que ha arrebatado al sector periodístico. En este contexto surge el comunicado de Asociación de Medios de Información (AMI) que alerta de que la historia vuelve a ocurrir con Google Bard, la inteligencia artificial (IA) de Google, que lleva tiempo leyendo los contenidos en abierto de Internet y que finalmente ni siquiera proporcionará la fuente de sus datos.