La industria de los contenidos atraviesa su mayor crisis desde la irrupción de Internet. El modelo basado en el tráfico, en el SEO y en la presencia en plataformas de terceros está colapsando.
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Las señales son claras:
- El evergreen content pierde relevancia: ya no genera tráfico en Discover ni garantiza visibilidad.
- Discover se reinventa: pero con un giro hacia la competencia con influencers, vídeos sociales y ahora resúmenes de IA.
- La suscripción se estanca: los muros de pago, tan explotados en Estados Unidos, han tocado techo; la saturación de ofertas hace que los lectores no estén dispuestos a pagar por múltiples medios a la vez.
- La IA entra en escena: gran parte del contenido que circula en Internet ya está generado por modelos de lenguaje, entrenados en buena parte con los propios artículos de los medios.
Un horizonte preocupante: medios en la encrucijada
La gran pregunta es: ¿qué rol tendrán los medios cuando Discover, las redes sociales y la IA se conviertan en los principales distribuidores y generadores de contenido?
- Los medios pierden protagonismo en el feed de Google, que ya no está diseñado para llevar clics a sus webs, sino para retener al usuario dentro de la plataforma.
- Compiten con creadores individuales (influencers, streamers, tiktokers) que generan engagement directo y no dependen de la redacción tradicional.
- Se enfrentan a un dilema ético y estratégico: sus propios artículos alimentan a la IA que, a su vez, les resta tráfico.

El escenario se parece a una paradoja cruel: los medios producen el conocimiento, pero cada vez son menos relevantes en la cadena de valor.
El modelo de negocio actual ya no funciona
Los dos grandes pilares del negocio digital están en crisis:
- Publicidad basada en tráfico: sin Discover, sin SEO evergreen y con menos clics, se hunde. A esto se suma que los CPMs de la programática llevan años cayendo: cada vez se necesita un volumen mucho mayor de páginas vistas para obtener los mismos ingresos que antes, lo que presiona todavía más a las redacciones a producir en masa.
- Suscripción: saturada y en retroceso, incapaz de sostener a la mayoría de publishers.
Los ejemplos de EE. UU. son elocuentes: grandes cabeceras que apostaron por suscripciones ahora sufren recortes, despidos y caídas en sus ingresos. El modelo no escala para todos.

¿Qué caminos quedan por explorar?
Aunque el panorama es sombrío, aún quedan vías que podrían redefinir el futuro:
Alianzas con plataformas e IA:
- Los medios podrían exigir compensaciones por el uso de sus contenidos en entrenamientos de IA.
- Modelos de revenue share donde Google, OpenAI u otras empresas paguen por licencias de datos periodísticos.
Valor añadido y especialización:
- Contenidos únicos, de nicho, difíciles de replicar por IA: investigación, periodismo local, análisis experto.
- Convertirse en referentes en temas específicos en lugar de cubrir todo el espectro.
Nuevos formatos de fidelización:
- Comunidades privadas, newsletters de autor, eventos presenciales.
- Pasar de “medio masivo” a club de confianza con sus lectores.
Diversificación de ingresos:
- Menos dependencia de la publicidad y las suscripciones.
- Más productos derivados: formación, consultoría, branded content, comercio electrónico editorializado.
La gran incógnita: ¿quién financiará la información?
La preocupación de fondo no es solo empresarial, es democrática: si los medios pierden relevancia y financiación, ¿quién producirá la información fiable, rigurosa y verificada?
- La IA reciclará contenidos existentes, pero no generará nuevo periodismo de investigación.
- Los influencers podrán crear narrativas atractivas, pero sin la misma obligación de contrastar fuentes.
- El riesgo es un ecosistema informativo más pobre, más superficial y más dependiente de las plataformas.
Un futuro que exige valentía
El modelo actual de los medios ya no es sostenible. La ecuación que sostenía al sector —tráfico masivo + publicidad programática + algo de suscripción— está rota. Los CPMs caen año tras año, obligando a generar volúmenes de visitas imposibles para mantener ingresos dignos. El evergreen ya no da visibilidad, Discover prioriza a influencers y redes sociales, y las suscripciones muestran claros signos de agotamiento.
El negocio del contenido vive una encrucijada histórica. La única salida será reinventarse: reclamar un papel activo frente a la IA, apostar por la diferenciación editorial y buscar modelos de relación directa con sus comunidades.
Lo que está en juego no es solo la supervivencia empresarial de los medios, sino algo mucho más grave: la calidad de la información a la que tendremos acceso como sociedad en un futuro cada vez más dominado por algoritmos y plataformas.
* Artículo realizado en colaboración con TQCorp Media.
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